12/10/09

El Inmortal

"Cuando se acerca el fin, ya no quedan imágenes del recuerdo; sólo quedan palabras. No es extraño que el tiempo haya confundido las que alguna vez me representaron con las que fueron símbolos de la suerte de quien me acompañó tantos siglos. Yo he sido Homero; en breve, seré Nadie, como Ulises; en breve, seré todos: estaré muerto."



Sólo palabras. Sólo lo escrito se mantiene imperecedero. Nosotros, mortales -inherente condición que nos nombraba, a ojos y decires griegos-, somos uno, con el tiempo. Necesariamente con un límite en el tiempo, hecho que determina -eso sí- la vida como vida. Seré Nadie, y seré Todos. Seré Hombre.



El Inmortal (El Aleph), Jorge Luis Borges, 1949

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