21/7/11

Evolución y Arte






Secuencia de líneas y Secuencia de círculos son dos obras del artista-programador-arquitecto Clement Valla, quien no tan sólo utiliza la informática para crear la obra, sino que meramente genera los medios para que otros, usuarios de internet, formen parte de la obra.

El proceso consiste en hacer que una serie -secuencia- de unas 500 personas intenten repetir un trazado a través del ordenador. El trazado en cuestión sería el de un usuario anterior, haciendo del proceso una secuencia de mutaciones en el trazado de la misma línea (en el caso de arriba) o círculo (en el caso de abajo).

Tales mutaciones, transformaciones, surgen de la secuencia misma. Del proceso que, cual evolución biológica -según dice el mismo Valla-, muta, cambia, de una forma irracional y complejo.

La regla de construcción, en sí, de la obra es cognoscible a priori. Una secuencia de intentos, por mano de multiplicidad de usuarios, uno detrás de otro, sucediendo aquello que su predecesor ha trazado. Presentar la serie de dibujos en forma de zoótropo (artilugio cilíndrico con viñetas que la retina ensambla una tras otra mientras éste va girando) infinito permite a un tercero, el espectador, ver toda la transformación formal de la figura.

Dudo de la denominación de evolución biológica y todo espectro de racionalidad que de ella se pretenda tener, hasta de la validez del discurso de la mutación y del arte complejo como nuevo y único Arte posible del siglo XXI. Dudo de ello. Pero no dudo de que quizá en la génesis de unas normas, reglas de articulación de un proceso -que hasta podría entenderse desde su posible infinitud-, como génesis de un Arte posible. Por muy explicitado que pueda estar un proceso artístico, de ahí no se sucede un desinterés en éste. Tal y como comenta Felipe Martínez Marzoa en su libro Desconocida raíz común (estudio sobre la teoría kantiana de lo bello), por mucho que la obra de arte, en su condición habitual, muestre inviable la reconstrucción de una regla de construcción, prohibiendo la conceptualización de la figura -una siempre fallida búsqueda-, puede haber casos en que ocurra lo siguiente: La regla de construcción se presenta ante nosotros, y lo único que no se ha dictaminado a priori ha sido la ejecución misma, cada vez distinta y única, del objeto en sí.

Así pues, nos encontramos ante lo único, un proceso irrepetible, que, aun conocer su regla, su norma, no podríamos jamás repetir. ¿Qué hay de Arte aquí?





"El artista ha de
«dominar» los materiales con los que construye, y esto quiere decir: ha de mantener una distancia, independencia o superioridad con respecto a ellos. En esos materiales hay representaciones de cualquier índole (hay imágenes, sensaciones, conceptos, palabras, frases, etc.). La realitas de estos materiales no sólo no se pierde por el hecho de la citada distancia, sino que, muy alcontrario, precisamente al entrar en un juego que no está previamente comprometido con ellos, que está por encima de ellos, sólo entonces, alcanzan los materiales mismos una presencia sin prejuicios ni recordes. Mientras el artista está cogido en sus materiales, no puede haber obra de arte; si, por el contrario, mantiene la distancia o independencia que hemos mencionado, entonces no importa que en el material haya conceptos, puesto que ellos no rigen la construcción y, por tanto, lo que hay es belleza libre."










A Sequence of Lines Consecutively Traced by Five Hundred Individuals, Clement Valla, 2010.

Desconocida raíz común, 7.2
§4, Felipe Martínez Marzoa, 1987.

A Sequence of Circles Traced by Five Hundred Individuals, Clement Valla, 2010.

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