7/5/09

Somos de algún sitio


Venga; hoy la última publicación del día -de la noche, más bien-. En relación con aquello que nos es común, con aquello que, según el primer comentario a la película de 'El espejo', somos los humanos, con lo que nos es inherente, hay algo a añadir; algo que no deja ver del todo este fragmento sino que queda colgando aún de la anterior actualización. ¿Qué es más intrínseco al hombre que el decir? -que lo lingüístico- ¿Qué es más inherente a éste que el sentir? -que lo emocional-.

Y de ahí una grave brecha (entre el decir y el sentir) de la que justo hablamos hace poco, donde puede que tenga lugar precisamente el fenómeno de lo artístico. Es decir, ahí donde se formula (o se intenta formular) un nuevo vínculo entre lo que algo dice (lo que a algo le es capacitado decir, el mero discurso, la mera descripción o presencia, la mera realización física, el 'cómo' científico) y lo que algo permite sentir; el generar un puente, salvar la distancia -ni que sea de forma efímera o puntual- momentáneamente entre un sentimiento adscrito a una figura y cómo 'dice' la figura misma. Veremos más de ello, ya lo avanzo, con la Crítica del Juicio de Immanuel Kant; pero hoy no toca, que es tarde...


Volviendo al tema de qué hay de común en el hombre, de qué caracteriza de forma intrínseca el ser-hombre, citaremos un fragmento escrito por el escultor vasco Eduardo Chillida, quien, sin duda, veía en el arte la esperanza del hombre (de redimirse,¿quizá?). Aquí, aún así, la temática gira sobre el que aquello común a todos nosotros sea, literalmente, el horizonte, nuestra patria común, el hecho de que todos tengamos -y necesitemos- un lugar.




"Yo soy de los que piensan, y para mí es muy importante, que los hombres somos de algún sitio. Lo ideal es que seamos de un lugar, que tengamos las raíces en un lugar, pero que nuestros brazos lleguen a todo el mundo, que nos valgan las ideas de cualquier cultura. Todos los lugares son perfectos para el que está adecuado a ellos y yo aquí en mi País Vasco me siento en mi sitio, como un árbol que está adecuado a su territorio, en su terreno pero con los brazos abiertos a todo el mundo. Yo estoy tratando de hacer la obra de un hombre, la mía por que yo soy yo, y como soy de aquí, esa obra tendrá unos tintes particulares, una luz negra, que es la nuestra."




Escritos, Eduardo Chillida (fecha inconcreta)

No hay comentarios:

Publicar un comentario