20/9/10

Despreocupaciones


"Mi futuro se me antoja muy sombrío, pero esto no supone para mí motivo alguno de preocupación. Del mismo modo me comporto en lo que respecta a mi pasado; en general, lo olvido con mucha rapidez, y sólo las transformaciones y la consolidación del carácter me muestran, de cuando en cuando, que fui yo mismo el que ha vivido aquello que pasó. Viviendo de esta forma, acaban por sorprendernos, sin que los podamos comprender, los cuadros de nuestra propia evolución. No ignoro que esto tiene sus ventajas, ya que también la constante meditación y el examen atento pueden llegar, a menudo, a ser un obstáculo para las manifestaciones ingenuas del carácter, pues con facilidad dificultan su desarrollo. A decir verdad, me parece que un seguimiento riguroso sólo es molesto en apariencia, y que su influencia sólo es negativa durante un cierto tiempo. Y si no, piénsese en un soldado de infantería que temiera olvidar por completo la facultad de caminar porque se le conmina a que sepa elevar el pie conscientemente y a que no pierda de vista sus errores. En realidad, eso sólo depende de que se forje en él una segunda naturaleza, y así, seguirá caminando tan libremente como antes. Es muy fácil deducir la moral de esta fábula, y las páginas que siguen mostrarán que yo la he descubierto. Deseo observarme a mí mismo; pero para no comenzar con un escueto «hoy», prefiero adelantar algo sobre el transcurso de mis dos últimos años. ¡Dos años! ¡A esta edad! ¡Qué no absorberá el joven ser, qué no influirá mínimamente en sus actos!"




Mirada retrospectiva a mis dos años en Leipzig (De mi vida. Escritos autobiográficos de juventud (1856-1869)), Friedrich Nietzsche, 1867.

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