28/12/09

El théoros


"Cuando un hombre sale de sí mismo -geht sich aus- ve a las cosas, a sí mismo y a su propio entorno desde fuera; así nace en él la semilla de la duda. La visión escéptica del mundo, con frecuencia despreciada, es el supuesto necesario para cualquier contribución cultural, pero sólo en el caso de que la duda se transforme en algo positivo. La crítica comunica lo mismo que el dicho "no dejarse llevar por la corriente" y, en su estado más sublime, dudar puede metamorfosearse en su contrario aparente, en amor crítico, perdurable, pues se fundamenta en una base sobradamente comprobada desde diferentes puntos de vista; así como en amor hacia "el pequeño hombre común", que se pone en guardia cuando las formas mecánicas de nuestra vida actual amenazan con destruir la individualidad y la convivencia armónica."




Y es que del hecho que la capacidad de estructurar el pensar humano sea exclusiva del lenguaje se deriva lógicamente que el conocer varios modos de estructurar, diversas modalidades del sistema lengua, la capacidad de organizar, conocer y entender el mundo se multiplica; se añade tanto a la capacidad de entendimiento como de sensibilidad una riqueza en matices y en la mirada sobre todo lo que nos rodea. ¿De ahí que culturas como la mesopotámica hayan sido tan prolíficas, a través de su simbiótico uso del acadio y sumerio? Con ello no querría menospreciar a culturas de una única lengua, lógicamente; quizá es meramente el añadido de una serie de matices impensables cuando se conoce una única estructura lingüística. Claro que, en añadido, faltaría determinar si una 'lengua' es 'una estructura lingüística' o 'todas las lenguas' son 'dialectos' de una 'única estructura lengua', pero hoy no aportaba demasiado tal discusión, en base a la cita del arquitecto-humanista finlandés.




¿Qué es la cultura? (Mitä on kulttuuri), discurso del centenario del Liceo de Jyväskylä, Alvar Aalto, 1958

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